Sébastien Ogier ha logrado una de victoria sufrida en el Rallye de Suecia, siendo la segunda consecutiva este año tras la obtenida en Montecarlo. El vigente campeón ha superado la gran desventaja que tenía desde su posición de salida para luchar cara a cara contra su compañero Andreas Mikkelsen en el Power Stage, duelo que se ha decantado a favor del francés.

Tras un alocado primer tramo súper especial, en el que lideró Pontus Tidemand con un Ford Fiesta RRC, Ogier, Mikkelsen y Jari-Matti Latvala se colocaron en cabeza, copando las tres primeras posiciones mientras el pelotón perseguidor se desprendía – con la excepción de Mads Ostberg, hasta que la mala suerte y algunos errores le hicieron perder posiciones. La segunda jornada acabó de manera dramática cuando Ogier cometió un error y Latvala tuvo la oportunidad de liderar la prueba hasta que, a unos quinientos metros del TC-9, se salió de pista y atascó su Volkswagen Polo R WRC en un banco de nieve, cediendo el liderato a un sorprendido Mikkelsen.
El noruego, casi piloto local – pues algunos tramos del evento se disputaron en Noruega – mantuvo la ofensiva de Ogier durante la tercera jornada, pero en esa lucha apareció un invitado inesperado: Thierry Neuville y su Hyundai i20 WRC, demostrando un ritmo competitivo con peso extra, proveniente de las dos ruedas de repuesto que se guardó al final. El belga supo utilizar dichas ruedas para colocarse al frente del rallye de cara a la última jornada, con tan sólo tres tramos por delante.
No obstante, Neuville no logró mantener a raya a los Volkswagen: Mikkelsen se colocaba al frente en el TC-19 y en el TC-20 Ogier era ya segundo a tres segundos de su compañero. Neuville, pese a sus esfuerzos, no logró remontar distancias. Entonces llegó el Power Stage, último tramo del rallye. Tras el paso de todos los pilotos – que fueron cautelosos durante buena parte del rallye tanto para no caer en más bancos de nieve como para llevar los coches y puntos a casa – era el turno de los tres contendientes. Ogier pulverizó el tiempo de Neuville y Mikkelsen iba camino de hacer lo propio cuando, en la segunda mitad del tramo, tocó un banco de nieve con la mala fortuna de perder el control y trompear, perdiendo cuarenta segundos y teniendo que conformarse con el tercer escalón del podio.
En WRC2 Jari Ketomaa marcó la diferencia desde el viernes y no soltó la batuta ni un momento. A medio minuto llegó Eyvind Brynildsen, mientras que tercero fue Valeriy Gorban, cuarto Yazeed Al-Rajhi y quinto Tidemand. El único español presente en el evento, Joan Font, terminó la prueba en quinta posición de la categoría de producción con su Mitsubishi Lancer Evo IX después de haber tenido problemas en la segunda jornada del rallye. La próxima parada del WRC es en México, donde la gravilla sustituirá al hielo y la nieve protagonistas de Suecia. Será además donde Ogier necesitará sacar todo el partido a su Polo, pues como líder del mundial – ahora más sólido tras la victoria y el cero en el casillero de Latvala – será quien abra pista durante dos jornadas en un evento disputado sobre tierra suelta fuente:http://www.revistascratch.com/.
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