Mientras que Al-Attiyah ha sumado su segundo triunfo de etapa, su compañero Sainz se ha quedado sin gasolina y ha tenido que ser remolcado hasta la meta, donde ha llegado con más de dos horas y media de pérdida. Roma ha sido quinto, por detrás de Peterhansel y De Villiers. Lo que mal empieza, mal acaba, proclama el refranero. Y vive Dios que esa máxima se ha cumplido hoy a pies juntillas en la persona de Carlos Sainz..
El piloto español partía disgustado esta mañana desde el vivac, el gesto contrariado. No entendía por qué habían vuelto a sumarle los 21' que le había descontado la organización el día anterior. "Me dan ganas de coger las maletas", reconocía en 'Twitter'. Gajes de esta carrera tan injusta a veces. Aunque, desgraciadamente, la verdadera hecatombe que iba a arruinarle el día, y el Dakar, aún estaba por llegar...

En el transcurso de la especial, un intenso olor a gasolina alertaba a Sainz de que algo iba mal. Al detenerse para inspeccionar la mecánica, él y su copiloto Timo Gottschalck daban con el problema: una fisura en el sistema de canalización de la gasolina estaba vaciando el tanque de combustible. Aunque conseguían rellenarlo y seguir para delante con la gasolina de una moto accidentada, después, en el enlace, el depósito se ha quedado seco otra vez y el buggy del 'Matador' ha tenido que ser remolcado por otro coche hasta la llegada, donde ha perdido nada menos que 2h36' respecto al vencedor de la etapa: su compañero Nasser Al-Attiyah, que ha vuelto a ser la cara sonriente de la jornada en el equipo Qatar Red Bull.
El piloto catarí se ha llevado su segunda victoria de etapa consecutiva en un sprint fortísimo frente al SMG de Chicherit, quien ha acabado perdiendo el triunfo por solo 36" después de haber ido líder durante todo el día. El galo ha precedido en la meta a los MINI All4 Racing de Peterhansel y Roma, entre los que se ha intercalado la Toyota Hilux de Giniel De Villiers.
No hay comentarios:
Publicar un comentario