Regresa el Mundial de Rallyes con la quinta prueba (26-29 de abril) y las miras puestas en la participación de Dani Sordo con Ford y en el hambre de victoria de Loeb tras su fracaso en el Rallye de Portugal.
Loeb quiere volver a revalidar su condición de líder en Argentina.
Argentina, un rallye de resistencia en el que los pilotos tendrán que dar lo mejor de sí mismos a lo largo de los 503 km cronometrados (1.700 km, en total), con alguna especial como la de Matadero-Ambul, de 66 km, que nos recuerda a épocas pasadas. Con tanta distancia y tanto desgaste, un error puede ser fatal. Poca cosa si se mira desde la óptica de Michele Mouton: "Ahora decimos que son muy largos, pero en el pasado estos hubieran sido tramos normales. De modo que queremos dar a todo el mundo la sensación de que terminar este tipo de tramos es un logro, y que esto dé trascendencia a la crónica".
Para quien no va a ser una prueba más es para Dani Sordo, que llega a sudamérica con un nuevo reto entre sus manos: sustituir a Jari-Matti Latvala al volante del Ford Fiesta RS WRC. El cántabro se juega mucho, quizá su futuro a corto plazo, quizá no. Pero él ya ha recalcado que quiere hacerlo lo mejor posible y no defraudar, porque sabe que una de sus opciones para el año que viene podría pasar perfectamente por el equipo de Malcolm Wilson. Al menos, Latvala ha reconocido públicamente que confía en ver a Sordo en el podio con su coche.
Pero tanto el piloto español como su eventual compañero de equipo, Petter Solberg, o Mikko Hirvonen van a tener un hueso duro de roer: Sébastien Loeb. Después de su fracaso en el Rallye de Portugal, el galo llega a Argentina con la firme intención de reivindicarse en un territorio en el que no tiene rival desde 2005. "Después del abandono en Portugal, estoy decidido a volver a la senda del triunfo, sobre todo en este rallye, con su ambiente sin igual", sentenció el vigente campeón.
La prueba dará comienzo el jueves con la superespecial 'Amarok', de 6,04 km de distancia, a las 20h (hora local), en donde los pilotos podrán elegir el orden de salida para el viernes, y finalizará el domingo con la Power Stage (4,15 km). En medio, muchos kilómetros de tramos muy exigentes, con tierra suelta, que pueden provocar pinchazos y los consiguientes cambios de clasificación, o tramos con una superficie más blanda que se irá degradando a medida de que vayan pasando los coches. FUENTE:http://www.autohebdosport.es
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